Si aprender idiomas te produce ansiedad, sigue estos diez consejos

Lunes 15 de Julio del 2019

El bajo rendimiento en el aprendizaje de una lengua extranjera a menudo está relacionado con la baja autoestima del estudiante o su excesiva autoexigencia

Si aprender idiomas te produce ansiedad, sigue estos diez consejos

La ansiedad puede provocar un bajo rendimiento en el aprendizaje de una lengua extranjera (bowie15 / Getty Images/iStockphoto)

La mayoría de las personas que aprenden un idioma extranjero sufren ansiedad. Es un estado de angustia muy común entre los estudiantes, y por tanto objeto de muchas investigaciones y estudios en el campo de la psicolingüística. El malestar que nos produce el hecho de no vernos capaces de desenvolvernos con fluidez en un lenguaje que no es el nuestro puede desembocar en problemas más importantes cuando entran en juego factores como la presión que nos autoimponemos o que nos imponen las circunstancias.

Adrián Montesano, experto en psicoterapia, considera que la finalidad del aprendizaje es uno de los factores más importantes que cabe analizar para entender por qué aparece la ansiedad: “Cuando estudiamos un idioma por gusto o curiosidad, probablemente este proceso no le generará ansiedad. Y si surge, será un tipo de ansiedad positiva, que te permitirá potenciar la capacidad de permanecer atento o de desplegar recursos de nuestra personalidad; ahora bien, cuando tenemos que aprender un idioma por algún tipo de obligación, como puede ser una cuestión laboral (la exigencia de un nuevo puesto de trabajo o la voluntad de una promocionar) o relacional (aprender el idioma para hablar con la familia política de su pareja), la presión puede derivar en cierto grado de estrés”, asegura el profesor de Psicología.

La autopercepción sobre el dominio de una lengua extranjera es clave en el proceso de aprendizaje. cybrain / Getty Images/iStockphoto

La autopercepción sobre el dominio de una lengua extranjera es clave en el proceso de aprendizaje. cybrain / Getty Images/iStockphoto

La tensión del entorno

“Cuando tenemos que aprender un idioma por algún tipo de obligación, la presión puede generar estrés”

Adrián Montesano Profesor de Psicología y experto en psicoterapia

Otro aspecto muy a tener en cuenta tiene que ver con la percepción que tenemos de nuestra capacidad para aprender. En España sólo un 20% de las personas entre 25 y 64 años cree tener un alto dominio de una lengua extranjera, según los últimos datos publicados por Eurostat. Es decir, la mayoría de la población piensa que le faltan conocimientos para dominar de manera satisfactoria. “La autopercepción es clave en el aprendizaje. Lo que piensan las personas de sí mismas sobre la capacidad que tienen para aprender un segundo idioma influye directamente sobre la ansiedad que pueden sufrir en el momento de hablar”, explica Blanca Cristòfol, investigadora de la UOC.

Las encuestan indican que los españoles a menudo tenemos la sensación que “somos malos” en el aprendizaje de otros idiomas. Y en parte es cierto. Los expertos atribuyen esta percepción a razones históricas y culturales: “Aprender idiomas es una cuestión de necesidad: en España no existió ‘el mandato’ de aprender un segundo idioma hasta hace un par de décadas, porque nuestro idioma es el segundo más importante a nivel de comunicación (aunque el chino sea más hablado)”, comenta Cristòfol. La gente del Este de Europa, más acostumbrada a emigrar, parece que tenga más facilidad”, concluye. Montesano añade otra explicación: “La televisión es fundamental. En España, como en Francia o en Italia, todo se subtitula; en cambio, en otros países ven la televisión en el idioma original desde hace muchos años. Eso ayuda mucho”, explica.

Otros factores que inciden en la aparición de la ansiedad durante el proceso de aprendizaje de un idioma son un nivel de autoexigencia excesivamente elevado, la edad del estudiante (los adolescentes suelen sufrir más) o la tensión del entorno, que puede desembocar en nerviosismo cuando hay una evaluación por medio o se reciben inputs negativos. El factor de novedad también puede causar nerviosismo. “Aprender por primera vez una lengua extranjera puede desencadenar una sobrerreacción emocional y, por tanto, generar ansiedad”, señala Montesano. Incluso en los recuerdos del pasado se puede encontrar la explicación. Joseph Hopkins, director del Centro de Estudios Modernos de la UOC, explica que rememorar experiencias negativas puede dificultar el aprendizaje. “Todo el mundo ha tenido momentos en los que no se ha podido entender con otra persona: recordarlo en situaciones posteriores puede hacer sentir más inseguras a las personas, y por tanto, más nerviosas”.

La ansiedad llega a interferir en la vida diaria si no aprendemos a tenerla bajo control. ShutterstockLa ansiedad llega a interferir en la vida diaria si no aprendemos a tenerla bajo control. Shutterstock

“Todo el aprendizaje que vamos acumulando suma. Pero hay que practicar. De lo contrario, se fosilizan algunos errores”

Blanca Cristòfol investigadora de la UOC

Sin embargo, todos los expertos coinciden en que cualquier persona, independientemente de su edad, género, nivel de estudios o características personales tiene capacidad para aprender un segundo idioma. La clave, según Montesano, es encontrar un contexto de práctica. “Un idioma requiere práctica: no vale con hacer muchos ejercicios o estudiar libros de gramática; hay que hablarlo. Una persona puede ser muy inteligente, pero si no tiene conversaciones con gente nativa, nos prosperará; en cambio, otra persona puede no haber estudiado nunca pero empieza a hablar con la gente, imitando lo que escucha, y aprende a hablar. Es el caso de muchos taxistas, por ejemplo, o de cualquier persona que se ve obligada a residir en otro país. Con el tiempo, acaban aprendiendo: todos lo podemos hacer”, insiste el profesor.

Cristòfol, especializada en el aprendizaje de segundas lenguas, coincide: “La única receta es muchas horas y mucha inmersión. Todo el aprendizaje que vamos acumulando suma. Pero hay que practicar. De lo contrario, se fosilizan algunos errores. No es lo mismo recibir inputs (escuchar, leer, ver la películas o series en otro idioma) que ‘producir’. Hay que buscar ese entorno natural en el que aplicar lo aprendido”. Aun así, algunas personas que tienen predisposición a la ansiedad y es más probable que se pongan más nerviosas que otras: “Hay estudiantes que por naturaleza tienden a ser más ansiosos que otros, y muy a menudo este nerviosismo está relacionado con un sentido del ridículo exagerado”, apunta Hopkins.

 

Aprender un nuevo idioma contribuye a mejorar la autoestima. BrianAJackson / Getty Images/iStockphoto Aprender un nuevo idioma contribuye a mejorar la autoestima. BrianAJackson / Getty Images/iStockphoto

Decálogo contra la ansiedad

 

Consejos y recomendaciones

Por todos estos motivos, los expertos de la UOC recomiendan tener en cuenta el siguiente decálogo para combatir la ansiedad:

1. Hablar antes de pensar. No hay que dar tiempo a que aparezca el miedo y que la ansiedad pueda inmovilizar al estudiante a la hora de comunicarse oralmente. Por tanto, siempre que haya oportunidad, hay que lanzarse a hablar.

2. Es una carrera de fondo. Hay que ser consciente de que el aprendizaje de un idioma requiere constancia y hacerlo poco a poco. “Si el estudiante quiere conseguir hablar un idioma en un tiempo récord es muy probable que se acabe estresando, se sature enseguida y acabe abandonando su objetivo”, apunta Montesano.

3. No es una competición. “Es un reto con uno mismo”, señala el experto en psicología. Las personas tienen ritmos de aprendizaje diferentes. Por ejemplo, habrá quien necesita más tiempo para acostumbrarse al sonidos del nuevo idioma para empezar a hablar. “No hay prisa: lo que importa es ir nutriendo la autoconfianza paulatinamente”.

 

Aprender otro idioma se convierte en una aventura cuando lo hacemos en un país extranjero. ESL IdiomasAprender otro idioma se convierte en una aventura cuando lo hacemos en un país extranjero. ESL Idiomas

4. Buscar un centro académico adecuado. Es importante que la metodología de enseñanza aplicada se ajuste a las necesidades y al nivel que tiene el estudiante. “Un programa docente adaptado a los estudiantes evita frustraciones y el desistimiento posterior del estudio del idioma”, apunta Montesano.

5. Conectar con los iguales. Relacionarse con estudiantes que tienen un conocimiento similar del idioma anima a practicarlo más. El sentido del ridículo es más fácil que desaparezca en estas situaciones, donde se sabe que todo el mundo parte con las mismas condiciones.

Clases de ingles para ejecutivos. foto David Airob Clases de ingles para ejecutivos. foto David Airob

6. Ludificar el aprendizaje. Jugar aprendiendo aumenta la motivación del estudiante. Herramientas como los videojuegos o algunas aplicaciones pueden ayudar a adentrarse en un idioma de manera distraída y mantener una constancia. “Jugar cada noche contribuye a sentirse cada día un poco más preparado”, comenta el profesor de psicología.

 

7. La práctica es el mejor antídoto. “Encarar el miedo hacer disminuir la ansiedad”, apunta Cristòfol. “Cuantas más oportunidades tenga el estudiante de practicar la lengua extranjera fuera o dentro del aula, más posibilidades tendrá de reducir la ansiedad. En las lenguas extranjeras, esta emoción normalmente va desapareciendo con el tiempo”.

Viajar dando clases de idiomas es la forma perfecta de conseguir dinero para seguir de vacacionesViajar dando clases de idiomas es la forma perfecta de conseguir dinero para seguir de vacaciones (Hill Street Studios / Getty)

8. Equivocarse es normal. “Algunas personas, sobre todo las perfeccionistas, tienden a evitar la comunicación oral si creen que su nivel no es suficiente”, señala Hopkins. “Pero lo cierto es que, con el fin de hablar con fluidez una nueva lengua, primero hay que arriesgarse y empezar a cometer errores para corregirlos. Es una parte del aprendizaje que se debe aceptar y que, por tanto, no hay que avergonzarse”.

9. Convertir los pensamientos negativos en positivos. Es clave centrarse en lo que ya se sabe y no en lo que no se sabe. Hay personas que tienen tendencia a focalizarse demasiado en lo que todavía tienen que aprender, pero en cambio no reconocen o celebran el conocimiento que ya tienen adquirido. Es mejor focalizarse en el vocabulario y la gramática que ya se tiene para transmitir ideas. El hecho de decir algo, antes que quedarse sin hablar, ayuda a superar el miedo. “La ansiedad es una emoción que se dispara muy rápidamente y te bloquea; no hay que darle tiempo a aparecer”, aconseja Cristòfol.

10. Consumo de contenidos audiovisuales y leer. “Practicar el listening viendo películas o series y la lectura de libros o periódicos en el idioma que se está aprendiendo ayuda a coger confianza. Mejora las competencias, y en consecuencia, hace sentir más seguro al estudiante en el momento de expresarse e interactuar con esta lengua”, concluyen los tres expertos.

 

“La ansiedad es una emoción que se dispara muy rápidamente y te bloquea; no hay que darle tiempo a aparecer”

Blanca Cristòfol Investigadora de la UOC

Unos niños miran una película subtitulada en inglés. Mané Espinosa

Unos niños miran una película subtitulada en inglés. Mané Espinosa 

Fuente: http://ow.ly/CtC030p7SCL